- El balón gástrico es un método muy útil como coadyuvante en el tratamiento de la obesidad, sin embargo, siempre irá asociado a un programa multidisciplinar que incluya modificaciones en los hábitos dietéticos, reducación alimentaria y ejercicio físico regular, de no ser así, el fracaso estará asegurado.
- Aun siendo un procedimiento seguro y poco invasivo, no está exento de riesgos, por lo que uno de los criterios básicos en la selección de los candidatos es que los tratamientos conservadores previos hayan fracasado. Además, el paciente debe ser evaluado exhaustivamente antes de tomarse una decisión, se estudiarán detenidamente los factores etiológicos de su obesidad y las posibles consecuencias clínicas post-colocación del balón. La gran mayoría de las obesidades estarán producidas por causas exógenas, debidas un comportamiento dietético erróneo basado en el consumo de alimentos de alto contenido calórico ingeridos en grandes cantidades. Sin embargo, el 5 -10% de las obesidades serán consecuencia de alteraciones metabólicas como hipotiroidismo, enfermedad de Cushing, diabetes, síndrome del ovario poliquístico o hipogonadismo, entre otros. En la obesidad endocrina el uso del balón gástrico no conseguirá ningún resultado, ya que disminuir la ingesta no tiene por qué producir una pérdida de peso, por eso el tratamiento, en estos casos, deberá estar orientado a la enfermedad de base. Este es uno de los motivos por los que los pacientes deben ser estudiados previamente, pues es imprescindible descartar que la obesidad sea consecuencia de alguna de estas alteraciones para considerar el balón gástrico como técnica de elección.
- El balón gástrico está únicamente destinado a pacientes obesos con comorbilidades asociadas. El acúmulo de tejido adiposo abdominal y visceral está directamente relacionado con el desarrollo de entidades comórbidas como cardiopatías, hepatopatías, diabetes II, etc. Del mismo modo, la pérdida de peso obtenida con el uso del balón, una dieta adaptada a esta situación y ejercicio aeróbico periódico, demuestran que, el paciente no sólo pierde peso, sino que la grasa acumulada en algunos órganos vitales (tejido adiposo visceral) disminuye considerablemente, lo cual condiciona la mejora de las comorbilidades asociadas a la obesidad y la calidad de vida del paciente, reduciendo las cifras de morbimortalidad para este grupo poblacional.
- Es un requisito indispensable el consentimiento informado, por lo que el paciente debe ser meticulosamente informado en cuando al procedimiento, la técnica, las expectativas, los resultados, y todo aquello que concierna al tratamiento en cuestión.
- Tanto la colocación como la retirada del balón se realiza por endoscopia, bajo sedación o anestesia, en quirófano o sala de endoscopias y a manos de un endoscopista experto con años de experiencia que lo avalen. El equipo de endoscopistas es responsable, a su vez, del seguimiento del paciente no solo durante el procedimiento endoscópico, sino durante todo el tratamiento.
- Además de una evaluación física, es necesario un informe psicológico que garantice que el paciente no padece ninguna alteración alimentaria, en ocasiones sin expresiones clínicas, que pudiera empeorar durante el tratamiento del balón.
- El equipo multidisciplinar tendrá dos objetivos principales, en primer lugar estructurar dietas hipocalóricas, equilibradas y que cubran todas las necesidades nutricionales para evitar carencias y déficits y, en segundo lugar, modificar los hábitos dietéticos del paciente. El hecho de que el paciente cambie radicalmente su estilo de vida es, en última instancia, la única garantía de éxito a largo plazo. Perder peso durante el periodo de tiempo que se mantiene el balón es relativamente fácil, porque la sensación de saciedad estará presente en todo momento. Es tras la retirada cuando toda la responsabilidad recae sobre el propio paciente, que deberá seguir rigurosamente las pautas nutricionales marcadas por el especialista y evitar el consumo de alimentos hipercalóricos o con alto contenido en grasa para conseguir, no solo mantener el peso perdido, sino seguir perdiendo más de manera saludable, progresiva y mantenida en el tiempo.
- Se deben conocer todas y cada una de las contraindicaciones establecidas hasta el día de hoy, ya sean relativas o absolutas.
